lunes, 20 de febrero de 2012

Segundo capítulo ^^


Aquí os dejo el segundo capítulo. Espero que os guste y comentad, por favor! Gracias =)

CAPÍTULO 2

Me desperté cuando noté que alguien me estaba zarandeando. Abrí un poco los ojos y enseguida los cerré. La luz me dañaba los ojos, pero al final me obligué a abrirlos.
-¡Para!-grité
Entonces vi que era Ross quien me zarandeaba y me aparté un poco.
-Lo siento, es que no te despertabas. ¡Ya son las 10!-dijo Ross
Me senté en la cama a toda velocidad. Vi que Luis también estaba en la habitación. Me miró, sonrió y me dijo:
-¡Eh, dormilona! Por fin te despiertas. Mientras dormías Ross me ha contado lo de tu pesadilla. ¡Es una pasada!
Yo le miré como si acabara de decir la estupidez más grande del mundo.
-Luis, ¿tú estás loco, no? ¡Es horrible!
-Lo se, te lo decía de broma-pero pude ver como se reía por lo bajo.
Me levanté y me calcé las zapatillas.
-Será mejor que bajemos, es decir, ¿mamá y Jhon están despiertos, no?
-¡Eso es lo bueno! Aún no se han despertado. Siguen durmiendo.-Ross sonrió
-Y habíamos pensado que podríamos prepararnos unas tortitas, ya que mi padre y vuestra madre no nos iban a ver-Luis parecía muy emocionado con la idea, aunque tan solo se tratara de comida, y él no solía comer mucho.
De todas formas la idea me pareció muy buena y asentí mientras salía por la puerta.

Preparamos las tortitas rápidamente (mas bien las preparó Ross).
Pero, cuando Ross estaba a punto de acabarlas, mi madre apareció en la puerta de la cocina y carraspeó para captar nuestra atención.
Los tres nos volvimos a la vez. Por suerte, reaccioné rápidamente y se lo expliqué todo con una pequeña mentira.
-¡Mamá! No, no, no y no... ¡Se supone que iba a ser una sorpresa!-puse una cara de tristeza que la debió de dejar bien convencida.
-¿Qué es lo que se supone que tenía que ser una sorpresa?
-¡Pues esto! Os íbamos a preparar un desayuno sorpresa a Jhon y a ti antes de que os despertarais, pero se ha fastidiado en cuanto nos has visto.
Miré a Ross y a Luis y los dos parecían estar muy tristes. La verdad es que actuábamos muy bien.
-¡Oh chicos, lo siento! Está bien, aún no se de qué está formado el desayuno sorpresa así que voy al salón y me avisáis cuando esté listo,¿vale? Y tranquilos, que no le digo nada a Jhon.
-¡Gracias mamá!-exclamaron Ross y Luis.
-Gracias a vosotros chicos, que sois los que me estáis haciendo el desayuno.-Mamá sonrió.
Me resultaba raro oír a Luis llamar a mi madre “mamá”, pero ya casi me había acostumbrado. Así que ignoré esa palabra y ayudé a Luis y a Ross a preparar cinco desayunos sorpresas, para mamá, Jhon, Ross, Luis y para mí.

                                    
Luis se levantó de la mesa. Ya había acabado de comer el desayuno sorpresa (que consistía en un zumo, chocolate caliente y unas tortitas). Se disponía a salir de la cocina cuando Jhon le dijo:
-¡Eh! Luis, ¿adónde se supone que vas?
-Pues había quedado con ir con uno de mis amigos a una tienda nueva de videojuegos.-contestó.
-Y hablando de salir, yo voy a ir a comer al McDonalds con mis amigos y por la tarde vamos a ir al cine-dije.
-¡Esperad un momento los dos! ¿Os creéis que podéis ir a dónde queráis? Tendréis que decírnoslo primero a Jhon y a mí, y luego ya veremos si os damos permiso para ir o no.
-Oh por favor mamá ¿podemoooooooos?-dije, intentando convencerla.
-No sé... ¿Jhon, tú qué dices?
Miré a Jhon lo más esperanzada que pude y con todo el amor que le podía dar. Debió de hacer efecto, porque se apiadó de nosotros y le dijo a mi madre:
-Venga, Eli-mi madre se llamaba Elizabeth, y cuando Jhon la quería convencer de algo la llamaba Eli. Yo lo llamaba su: “seudónimo cariñoso”- déjalos disfrutar de su adolescencia. Lo mejor será que la disfruten mientras puedan, luego no tendrán mucho tiempo con los deberes, los problemas del trabajo etc.
Mi madre miró a Jhon primero, después a Luis y a mí, y por último a Ross.
-¿Y tú no quieres ir a ningún lugar?-dijo mirando a Ross
-No, tenía pensado quedarme en casa a descansar, ya sabes, ver la tele, leer etc. Estoy agotada por todas las actividades de la semana.
Mi madre nos volvió a mirar uno a uno, al final suspiró y dijo:
-Está bien, podéis ir a la tienda de videojuegos, al McDonalds y al cine.
Luis y yo nos miramos y saltamos a abrazarla, y después a Jhon, aunque yo de una forma muy moderada.
-¡Gracias!
Acto seguido cada uno nos fuimos a nuestras respectivas habitaciones a prepararnos para salir.





No hay comentarios:

Publicar un comentario