lunes, 20 de febrero de 2012

Quinto capítulo ^^

El quinto capítulo de Alma Inmortal, espero que os guste mucho! Decidme que os parece en comentarios! Gracias =)


  CAPÍTULO 5

Noté que mi cabeza descansaba sobre un brazo, y que alguien me estaba pasando un paño mojado por la frente. Lo primero que me vino a la cabeza es que estuviese en un hospital, pero luego abrí los ojos y me di cuenta de que aún seguía en el pasillo de los baños del McDonalds. Luego, miré a mi alrededor a ver si veía a Annie, Sheila, Óscar o a Daniel, pero ninguno estaba presente. “Aún no debieron de pasar 10 minutos desde que subí a los lavabos” Me dije. Y entonces fue cuándo me preocupé. Si no era ninguno de mis amigos quien me estaba cuidando, ¿quién era entonces? Me puse muy nerviosa; pero enseguida me tranquilicé cuando miré a aquella persona que me estaba cuidando.
Justo delante de mí estaba un chico. Pero no un chico cualquiera. El chico que me estaba cuidando era increíble. Era guapísimo. De una manera sobrenatural, incluso. Tenía unos ojos muuuuuuuuy azules. Claros. Su pelo era una mezcla de pelo liso y de pelo ondulado, negro. Era corto. Lo suficiente para que le quedase perfecto. Su cara parecía estar hecha a medida. Era perfecta. Entonces, me sonrió. Aquella sonrisa me dejó helada. Al sonreír se le marcaban los pómulos y le hacían aún más perfecto.
Sin querer, no pude evitar mirar hacia su torso.
Llevaba una camiseta ajustada y le marcaban el pecho. Era delgado, pero también fuerte. No como esos luchadores de lucha libre, a los que los músculos le sentaban fatal. Él tenía unos músculos pequeños, pero los tenía, y parecía ser fuerte.
Vi como se le caía algo al suelo, y él se levantó a recogerlo. Al ponerse de pie, vi que era alto, más que yo, incluso. Y eso que yo medía 1 metro 70 cm.
Rápidamente se volvió a sentar a mi lado. Volvió a cogerme la cabeza y se la colocó en su regazo.
-Buenos días. O más bien, buenas tardes.-volvió a sonreírme-Por fin te despiertas, estaba a punto de bajar a ver si había algún familiar o algún amigo tuyo por aquí.
-¿ Me ibas a dejar aquí inconsciente?
-Pues, ahora que lo pienso, sí.-empezó a reírse.
Yo me ofendí, pero enseguida me puse a reírme con él. Era extraño, pero me sentía a gusto con él. Muy a gusto, de hecho. ¡Y ni siquiera sabía su nombre! Y entonces, como si me hubiese leído la mente, me dijo:
-Me llamo Carlos, ¿y tú?
-Yo soy Alice, un placer.
-Lo mismo digo.
Nos quedamos durante unos segundos callados, hasta que yo hablé:
-Bueno y ¿qué es lo que ha pasado? Es decir, ¿cómo he acabado aquí?
-Pues, salías del baño de las chicas y yo caminaba hacia la salida. Entonces nos chocamos. Caíste al suelo durante unos minutos inconsciente. Concretamente durante 3 minutos. He llevado la cuenta.-me sonrió- Y bueno, te has despertado.
-Mmm…¿Seguro que ibas hacia la salida o estabas espiando el baño de las chicas?
-¡No! Yo no soy de ese tipo de chicos.-volvió a sonreírme, esta vez mirándome directamente a los ojos, lo que hizo que una desacrga eléctrica me recorriese el cuerpo.
-Bueno, creo que será mejor que baje. Mis amigos se estarán preocupando por mí.
-¿Así que has venido con amigos, no?
-Sí, con mis mejores amigos. Si quieres, puedes bajar y te los presento.
-Claro, me encantaría.
-Y, ¿tú no has venido con alguien?
-¿Yo? Que va. Solo he venido a comprar unas hamburguesas para llevar y, bueno, pues me vinieron ganas de venir al baño.
Esta vez fui yo quien me puse a reír. Él me miró y empezó a reír también. La verdad es que con él me sentía muy cómoda.
-Bueno, entonces, bajamos y te los presento, ¿vale?
-¡Vale!
Los dos nos pusimos de pie y caminamos hacia las escaleras, dispuesta a presentarle a mis amigos aquel chico tan majo.
Aunque me resultaba familiar…
Y no sabía por qué.

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