lunes, 20 de febrero de 2012

Cuarto capítulo ^^

El cuarto capítulo, aver qué os parece! Decidmelo mediante un comentario! Gracias :)

CAPÍTULO 4

El chófer aparcó delante del McDonalds. El trayecto fue muy divertido, estuvimos escuchando música de un CD que trajo Sheila y haciendo nuestras propias versiones de las canciones (más bien las hicieron Óscar y Daniel).
Entramos en el edificio, que estaba abarrotado de adolescentes. Cogimos una mesa con 6 sillas que estaba al lado de la ventana. Pusimos los abrigos en la sexta silla, la única que sobraba. Nos sentamos y cada uno pidió lo que quería. Yo pedí unas patatas fritas y una hamburguesa. De postre pedí un helado de chocolate con nata por encima. Fui la que menos comí de todos, pero es que quería dejar un hueco de estómago para las palomitas que tomaría en el cine.
-¿Y qué película podemos ver en el cine?-preguntó Annie
-Pues yo había pensado que podíamos ver alguna de terror, ya sabéis, esta es una época en la que están sacando muchísimas pelis de terror muy buenas.-opinó Daniel
-Pues entonces, vamos a ver una de terror, ¿pero cuál?-preguntó Annie.
-Mmmm...Es mejor que esperemos a llegar al cine y allí veamos las que hay y así decidamos cuál ver, ¿vale?-todos estuvieron de acuerdo con esta propuesta.
La conversación pasó de un tema a otro. Primero estuvimos hablando del cine, las palomitas y las películas que había. Después hablamos sobre algunas anécdotas que nos habían sucedido en el instituto y por último hablamos sobre los lugares a los que podríamos ir si organizásemos una excursión todos juntos (la respuesta a esa conversación fue “a algún lugar de España”).
No fue hasta que tomamos el postre cuando me empecé a sentir mal. No era nada relacionado con el estómago. Era la cabeza la que me dolía, y estaba bastante mareada. Al principio pensé que tan solo sería de algún movimiento brusco que habría realizado con la cabeza o con la espalda, y por eso no le di mucha importancia. Pero me empecé a preocupar un poco más cuando Sheila me preguntó:
-Oye Alice, ¿estás bien?-su cara mostraba mucha preocupación.
-Estás totalmente pálida-dijo Daniel.
-Tranquilos, es solo un pequeño mareo que me ha venido, seguramente un bajón de tensión. Será mejor que vaya al baño a mojarme la cara y ya se me pasará-me puse de pie, pero todo se empezó a mover y me tuve que sentar en la silla para no caerme.
-¡Alice! Ven, Sheila y yo te ayudaremos a llegar hasta el baño-Annie también parecía muy preocupada e hizo ademán de levantarse.
-¡No! Gracias chicas, pero no hace falta. Creo que tan solo es un bajón. Podré ir al baño sola.
Ninguno de mis amigos pareció muy convencido, pero al final asintieron lentamente.
-Solo con la condición de que si pasan más de 10 o 15 minutos y no vuelves vayamos a buscarte, ¿vale?-dijo Annie.
-Vale-respondí
Les sonreí para que no se quedaran preocupados. Y pareció hacer efecto, porque noté como se relajaban un poco más.
 El McDonalds en el que estábamos comiendotenía dos pisos. La parte de abajo era donde la gente comía y pedía la comida. La segunda planta estaba reservada para los cumpleaños y tenía un montón de cosas como toboganes y bolas de colores. También estaban los baños, así que tenía que subir unas escaleras para llegar hasta ellos. Tuve que apoyarme en la barandilla para no caerme, puesto que todo se balanceaba de un lado para otro, o eso me parecía a mí.
Al final llegué hasta los baños. Había un largo pasillo que tenía el baño de las chicas al lado derecho, y el de los chicos al izquierdo. Al fondo se podía divisar una puerta en la que tan solo podía entrar personal autorizado. Abrí la puerta del baño de las chicas y entré. No había mucha gente, así que me puse delante de un espejo y me contemplé. ¡Estaba muy pálida! Mi cara era de una tez blanquecina, pero esto era excesivo. Así que me mojé toda la cara unas tres o cuatro veces. Al final el mareo bajó un poco y yo me apoyé en la pared. Estaba realmente agotada, aunque no sabía a que se debía.
Cuando descansé lo suficiente, abrí la puerta del baño dispuesta a salir pero... me pegué un golpe contra algo o alguien. Caí al suelo y, como en mi sueño, solo pude ver...
Oscuridad.

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